Al parecer, la onda ochentosa esta con todo en la secuela de Sex and The City. Aunque en esta oportunidad mas que un estilismo de calle, es un juego, alguna fiesta a la cual las protagonistas deben asistir.
Por lo menos Carrie y Samantha; por su parte, Charlotte, con su look preppy, deja mucho que desear. No me gusta ni un poquito su estilismo. Lei hace unos meses que Patricia Field -la estilista de los originales looks que consagraron a Carrie Bradshaw como ícono de la moda- amenazaba con retirarse de la serie debido a las diferencias que mantenía con una de las protagonistas a la hora de vestirlas. Y si señoras, la muchacha en cuestión era Kristen Davis a.k.a. Charlotte York. Se quejaba de que no la dejaba que le ponga polleras por arriba de las rodillas... allá ellas...
Carrie tiene un look muy madonesco, bien podría sonar de fondo Material Girl, o hacer una reversión de Who's that Girl?. La cinta fucsia de Carrie me recuerda -y no se si es la misma- a la cinta con forma de orejas de conejo de Louis Vuitton que usó Madonna en la Gala del MET hace ya unos meses, y que tanto le critiqué.
y Samantha, que decir... es Samantha. Lleva un look mas rocker, con las tachas y esas calzas, que solo ella las puede llevar así.
Habrá que seguir esperando para saber de qué va la trama...
